Ahora que ha llegado el otoño y empiezan la buena época para disfrutar de la natura y del bosque conviene recordar algunos consejos a tener en cuenta cuando circulamos por carreteras donde nos podemos encontrar con animales salvajes o manadas cruzando e invadiendo las vías.

Qué tiene que ser nuestra manera de actuar? Y si atropellamos a uno? Cuál es nuestra responsabilidad?

El primero que tenemos que hacer cuando vemos una señal que nos indica la posible presencia de animales es reducir la velocidad, observando con atención la carretera y sus alrededores.

Perros, cerdos jabalíes, ciervos, entre otros, son animales que nos podemos encontrar en cualquier carretera de montaña y que pueden provocar un accidente si no tenemos cuidado ante su presencia. Normalmente nuestra reacción siempre es intentar esquivar el animal, pero en muchas ocasiones esta maniobra es mucho más peligrosa que el atropello en sí. Solo es recomendable cuando posan en peligro nuestra seguridad o del resto de usuarios de la vía o cuando se trata de un animal de peso elevado o  gran tamaño como un caballo, vaca, etc. El impacto con un animal como este a 50/60 km/h podría ser mortal por nosotros.

Tampoco sería recomendable tocar el claxon, puesto que el animal se podría asustar y reaccionar cambiante de dirección inesperadamente posando en peligro a otros conductores.

Si circulamos por la noche con las luces largas y descubrimos a un animal, tenemos que cambiar a las luces de cruce para evitar deslumbramientos y que el animal se quede paralizado a la calzada.

También nos tenemos que fichar que detrás de ellos no vayan otros miembros de la camada.

Si nos encontramos con un animal de grandes dimensiones y no se aparta, después de un rato esperando, el más adecuado seria trucar a los servicios de emergencias.

Según la normativa, no se puede dejar sol la manada sin custodia, con sanciones importantes si se producen muertos y la situación sea reiterada.

Si finalmente se produce el atropello, el primero que se tiene que hecho es reducir la marcha cogiendo bien el volante por no impactar nuevamente con algún elemento de la vía. Posteriormente posar las luces de emergencias e intentar parar el coche en un lugar seguro, posarnos el chaleco reflectant y salir de nuestro vehículo. A continuación, señalizaremos la zona del accidente con los triángulos y trucaremos a la policía porque pueda hacer el informe correspondiente. Si el cuerpo del animal obstaculiza y pose en peligro al resto de los conductores, lo tenemos que llevar hasta la acera. Si se produjera un accidente, por no llevarle podría suponer una sanción económica.

La culpabilidad de un atropello en cots privados de caza será del conductor, a menos que el accidente se produzca como consecuencia directa de la acción de la caza o si las vallas estuvieran defectuosas o no tuviera señalización de animales salvajes, y en ambos casos, el responsable siempre será el titular de la vía pública (el propietario del coto o la administración pública encargada de la carretera).

En cuanto al seguro, si la tenemos a todo riesgo, se harán cargo de la reparación y de los daños a terceros (personas, vehículos o daños a elementos de la carretera). En el caso de tener un seguro a “terceros”, los daños propios no estarían incluidos.

Si el animal que ha invadido la calzada es doméstico, el propietario podrá ser sancionado con una multa.

Nuestra recomendación de Goncal Formación es llevar una conducción preventiva basada en la visión lejana y panorámica, la concentración y la anticipación.

 

Goncal Formación

Cornellà de Llob., 8 de octubre de 2019